“Estos días azules y este sol de mi infancia.” Este verso de Antonio Machado, hallado en el bolsillo de su gabán después de su muerte, describe lo que sentí al visitar la provincia de Cádiz. Los cielos azules de Cuba y Miami; el sol de mi infancia y de mi vida actual, el mar, todo esto me une a esta provincia. Fenicios, cartagineses, romanos, visigodos, musulmanes, judíos y cristianos han dejado su huella en esta región, que nos atrae por su cultura, historia, agradable clima, gastronomía, flamenco, ferias, caballos, parques y playas.
En menos de una hora llegamos de Madrid al Aeropuerto de Jerez, donde nos recogieron Luis Jordá, prominente ingeniero, y su esposa sevillana, Mari Ángeles de la Lastra. Gracias a ellos y a Turismo de Cádiz, pudimos conocer lo mejor del la provincia. Nos llevaron al Puerto de Santa María, luminosa ciudad en la desembocadura del río Guadalete. Nuestra base fue el romántico hotel Los Jándalos Vistahermosa, de elegante estilo tradicional, dedicado a la comodidad y descanso del cliente. Rodeado de un jardín botánico con especies de plantas representativas de El Puerto, cuenta con hermosas terrazas, spa, piscinas, y restaurante.
Playas, marismas, edificios históricos, elegantes repartos, bodegas de jerez, puertos deportivos y campos de golf, son atractivos de esta ciudad donde nació en 1902 otro gran poeta, Rafael Alberti, cuyo legado se celebra en su casa-museo. “Gimiendo por ver el mar”, uno de los versos de Marinero en tierra expresa su nostalgia por volver al maravilloso Puerto.
Su historia se remonta a más de medio millón de años e incluye una época como aldea musulmana, Alcanatif, cuando invadieron los árabes en el 711. En 1281 Alfonso X el Sabio le concedió carta-puebla, así convirtiéndose en ciudad de realengo, con Concejo propio y el nombre de Gran Puerto de Santa María. Colón sale con su segunda expedición a América desde allí. El mapa que creó su piloto, Juan de la Cosa, el primero del Nuevo Mundo, se realizó en El Puerto en 1500 y una reproducción del mismo puede verse en la Plaza en honor del cartógrafo.
El jerez es el vino principal de sus numerosas bodegas. Gracias a los Jordá, nos recibió personalmente el Conde Tomás Osborne, quien preside las famosa Bodegas Osborne fundadas en el s. XIX. . En este prestigioso templo del vino probamos exquisitos finos y olorosos y el Jamón 5 Jotas, propiedad de Osborne.
Visitamos la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto, de estilo gótico (s. XIII-XVII). Los Duques de Medinaceli auspiciaron su construcción. La portada barroca, llamada del Perdón, cuenta con un bello retablo y la del Sol, también barroca, es la entrada principal.
El Castillo de San Marcos, Monumento Nacional, une varios estilos arquitectónicos de diversas etapas históricas. Dentro hay restos muy bien preservados de la mezquita del s. X, de la aldea de Al-Qanatif así como columnas de un edificio romano aún más antiguo. Tiene un patio, una torre o minaret, y una muralla de la “quibla” principal . En la etapa cristiana de Alfonso X El Sabio, la mezquita se transformó en santuario durante el s. XIII. Las Cantigas de Santa María de este monarca narran eventos históricos que ocurrieron allí.
La Plaza de Toros tiene uno de los tres mayores ruedos de España, de 60 metros. Terminada en 1880 por Manuel Portillo de Ávila y Herra, cuenta con 99 metros en diámetro. Más de 12.000 espectadores presencian las corridas en julio y agosto, cuando torean allí los mejores toreros.
Los Jordá y su amiga Mari Carmen León nos llevaron al hermoso Puerto Sherry, pequeño puerto marinero, con dársena, marina seca, y playa. Visitamos también el elegante reparto de Vistahermosa, donde residen famosos como Paloma San Basilio y el Club de Vistahermosa.
Cádiz
Viajamos desde El Puerto a Cádiz en taxi ($50). Volvimos en un hermoso viaje por catamarán, menos de $2/persona. Guiados por Susanne Dittrich, recorrimos la “Tacita de Plata”, la ciudad más antigua del Occidente, fundada en el 1100 a. C. por los fenicios. Fue puerto de Indias, con gran flujo mercantil con América, actividad que se manifiesta en el esplendor de sus palacios barrocos con torres miradores, desde donde los comerciantes veían llegar sus barcos. Por esa riqueza la saqueó Sir Francis Drake en 1596.
Playas como las de La Caleta y La Victoria, un malecón en el Campo del Sur que nos recordó al de La Habana, los Castillos de Santa Catalina y San Sebastián, calles estrechas con duende, peñas de flamenco: todo esto es Cádiz. Su historia de 3.000 años se revela a través del casco antiguo. Subimos a la Torre Tavira, la más alta de esa zona, desde cuyo Mirador vimos las mejores vistas de Cádiz. Su Cámara Oscura proyecta una luminosa imagen en color que refleja lo que ocurre en el exterior de la torre, con un efecto óptico que acerca los objetos más lejanos.
En su Catedral, de cúpula dorada y estilos barroco y neoclásico, se encuentra un importante tesoro y las tumbas de Manuel de Falla y José María Pemán. De interés es el Monumento a las Cortes, que conmemora la Constitución de 1812 (La Pepa) o Constitución de Cádiz, la primera de España y una de las más liberales de su época.
El Teatro Romano en el Barrio del Pópulo es de gran interés para los amantes de la historia antigua, como lo es también el Museo de Cádiz, con una colección de sarcófagos fenicios, bustos romanos, y obras de pintores como Zurbarán y Murillo, quien murió como resultado de una caída del andamio sobre el que pintaba el Retablo del Convento de Capuchinos de Cádiz.
Jerez de la Frontera
Jerez es la mayor y más conocida ciudad de la provincia de Cádiz, ubicada entre los ríos Guadalquivir y el Guadalete, a 13 km. del Océano Atlántico. Con 211,670 habitantes y 295 días soleados, es una de las más agradables ciudades de España. En el 2014 cumple 750 años de fundada por la Corona de Castilla (9 de octubre, 1264).
El vino que lleva el nombre de la ciudad es famoso en el mundo entero. Es divertido visitar las famosas bodegas de jerez, abiertas al público con reserva previa, tales como la de Álvaro Domecq y la de Tío Pepe, de González Byas, donde disfrutamos de deliciosos vinos.
Guiados por Pedro Rodríguez, el director de turismo, recorrimos el Alcázar y Palacio Villavicencio, del s. XII, emblemáticos monumentos de arquitectura almohade andaluza. Del original se conservan las dos puertas, la mezquita, los baños árabes, la torre octógona y el Pabellón del Patio de Doña Blanca.
Los monumentos religiosos incluyen el Convento de Santo Domingo, cuyos Claustros son muy hermosos. Data de la fortificación almohade extramuros, cedida por el Rey Alfonso X a los dominicos en 1264. En 1436 comienzan la obra de los claustros, concluida en 1595. Actualmente es propiedad municipal y está rehabilitado como centro de actividades culturales.
Hay varios interesantes museos en Jerez, entre ellos El Museo del Belén y el de Arte Ecuestre, en una hermosa mansión. En la destacada Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre vimos el magnífico espectáculo de “Cómo bailan los Caballos Andaluces” . El Museo de Enganches muestra los más típicos e históricos carruajes de varias épocas y las cuadras con caballos.
Jerez es uno de los centros más importantes de flamenco del mundo. En tabancos y tablaos como el de “La Taberna Flamenca”, se puede ver a los mejores cantantes, bailarines y guitarristas de este género.
Gastronomía de la Provincia
Los pescaítos fritos y los mariscos de la provincia son deliciosos. La pastelería se remonta a la época de la ocupación árabe. Las papas al Alioli, el bonito encebollado, el rabo de toro, el tocino del cielo, y otros platos nos hicieron engordar, y la degustación ofrecida por El Faro, el mejor restaurante de Cádiz, fue extraordinaria, con acedías, tortas de gambas, croquetas de pargo y bacalao.
A Poniente, regentado por el Chef Ángel León, ya cuenta con una estrella Michelin. En El Puerto nos encantaron Los Portales y para tapas a precio moderado, La Dorada. Es famoso por su cocedero de marisco y freidura Romerijo, de gran variedad y distintos precios.
El Puerto, Jerez y Cádiz nos ofrecieron una visita turística de calidad por el calor humano de su gente, su belleza natural, su interesante historia y su cultura tan afín a la nuestra.